solucion a la crisis: devaluacion monetaria

   Hoy en día quien más quien al menos ha escuchado hablar de la competencia como la gran solución de todos nuestros problemas, de la crisis a una escala planetaria que con tanta violencia nos ha golpeado. Tendriamos que competir con furia contra todos los países, tratando entonces de colocar nuestras producciónes en aquellos agentes de fuera de nuestras fronteras que nos lo quieran entonces comprar para, de esta forma, equilibrariamos nuestra deteriorada balanza comercial y pasariamos a ser prestamistas de hecho del resto del mundo, reduciendo entonces nuestra elevada deuda interna.Y claro, tendriamos que hacer que nuestros productos fueran lo mas atractivos para que los habitantes de otros países los adquirieran, y todo esto pasaria por reducir su precio neto, pero ¿cómo hacemos esto?

   Pues he aquí la acción, una posible forma de debilitar las monedas. De esta forma se conseguiria abaratar nuestros productos y asi nuetros servicios en relación con los productos que ofrecemos por el resto de países. El proceso resulta simple: desde mi tipo de cambio, de forma artificial obtendriamos mediante una mayor flexibilización de mi mecánica monetaria, lo que permitiria reducir el precio básico de todos nuestros bienes y los servicios básicos del país y, por lo tanto, de mis productos pues estos serán más atractivos fuera de nuestras fronteras. Todo esto parece muy sencillo salvo por un pequeño detalle: esta estrategia no es de única aplicación y todos los países buscarian salir de la crisis de igual forma, lo que haria que el este efecto resultara neutral. Pues lo decía ya mi maestro de matemáticas: menos multiplicado por menos es más.

   Y no es que las economías en recesión se están ahora mismo sumando al carro devaluatorio. Sino que la masiva entrada de flujos económicos en países como China e India, que disponen de un basto sistema productivo, se basa ahora en gran parte en las exportaciones exfronterizas, y esto hace que todas sus monedas se aprecien, lo cual les lleva a tener que competir directamente con los países en los que la política económicaa está siendo más flexible, como EEUU o Japón, y optan por una debilitación ráida de sus respectivas monedas con la meta clara de mejorar su competitividad previamente pérdida. Vamos, actualmente nos encontramos en una guerra feroz de divisas en toda regla.